GREGORIO POBLADOR ALARCÓN
    (1882-¿?) Farmacéutico

    Gregorio Poblador Alarcón, fue un afamado farmacéutico de principios del siglo XX de cierto prestigio en España por un invento denominado “auto-inyectables” que realizaba desde su laboratorio en Ciudad Real. Gregorio Poblador fue el hijo mayor de don Ramón Poblador Guzmán, natural de Almodóvar del Campo y médico que fue de Villahermosa desde c.1880 hasta su fallecimiento el 7 de agosto de 1904, y de doña Enriqueta Alarcón Gil natural de Ruidera.

    Gregorio Poblador nace en Villahermosa el 10 de diciembre de 1882, bautizado en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción un día después con el nombre de Gregorio María Nicolás Nemesio Poblador Alarcón. Su abuelo paterno también llamado Gregorio era natural de Alfaro (La Rioja). Pasa su infancia en la casa familiar situada en la calle Mayor 10 (conocida como “del Toledillo”) y llamada Calle de don Ramón Poblador desde 1915 en honor a su padre. Tras completar sus estudios se instala en Ciudad Real donde desarrolla su labor profesional. Comenzó en la capital provincial como propietario de una droguería junto a la entonces famosa farmacia de Juan Obón en la céntrica calle de La Cruz número 3. Pronto adquiere la dicha farmacia Obón desde donde desarrollará toda su actividad profesional.

    La publicación El Labriego de agosto de 1915, reproduce su fotografía dentro de la sección de personalidades y en la misma publicación le dedican una página con fotografía de su taller o fábrica. Llegó a ser Presidente del colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real. En 1914 es vocal de la Cámara de Comercio e Industria de Ciudad Real y forma parte de su junta directiva con el cargo de contador desde 1915 a 1923. Su invento será conocido en toda España y parte de Europa como Auto-inyectable Poblador.

    En la Revista de Higiene y Sanidad Veterinaria de Mayo de 1916, se hacen eco de su invento con esta reseña:
    “Hace tiempo que venimos estudiando las Auto-inyecciones y muchas revistas de medicina se vienen ocupando de este importante asunto, puesto que resuelve la Auto-inyección un problema trascendental en la especie humana en los animales domésticos.
    Teníamos deseos grandes de conocerlas y aprovechando la estancia en esta capital del médico Sr. Sarabia, representante general en España de los Auto-inyectables Poblador, prácticamente lo llevamos a cabo en dos o tres mulos ante la presencia de varios veterinarios.
    La inyección hipodérmica y la intravenosa se verifican por este sencillo aparato con una comodidad grandísima y con las más elementales reglas de asepsia.
    Tiene una ventaja muy grande, y es la siguiente: en los casos urgentes y rápidos el veterinario no necesita ir provisto de la jeringuilla para practicar la inoculación del producto que necesite, pues este sencillo aparato va provisto de su aguja y una pinza de contención que permite practicar la operación en un instante.
    Estas ampollas vienen perfectamente dosificadas y con los fármacos más empleados en Veterinaria tales como el sulfato de eserina, nitrato de pilocarpina, cloruro mórfico, bromhidrato de arecolina, cloruro de quinina etc.
    Nosotros después de haber ensayado este sencillo aparato y considerándolo a la vez su precio económico lo aconsejamos a la clase veterinaria y al mismo tiempo no podemos por menos de felicitar al Sr. Poblador farmacéutico de Ciudad Real, por su invento que ha proporcionado a las clases médicas un método de inyección hipodérmica o intravenosa sencillo, económico y aséptico”.


    La Farmacia de Gregorio Poblador emitió una serie de “fichas Publicitarias” fabricadas hasta 1931, se asemejan a monedas y en ocasiones se podían utilizar como tales, canjeables por diferentes artículos. . También fue muy conocido en su época otro producto de la farmacia: el “Jarabe Poblador”.

    Información más completa en:
  • elsayon.blogspot, farmacia
  • elsayon.blogspot, fichas


  •          La revista francesa “Revue d´Histoire de la Pharmacie”, en su número 314 año 1997, recoge la reseña de las actas del “7e Colloque des conservateurs des musées d´histoire des sciences médicales”, de 1994, en las que Pierre Julien explica como es el dispositivo inventado y patentado por Gregorio Poblador hacia 1909-1912.

    (traducción)El gran avance producido después de Pravaz en la técnica de la inyección hipodérmica consistió en suprimir el pistón de la jeringa recurriendo primero, a un medio manual de compresión y remplazándolo después, por un sistema automático. La “ampolla auto-inyectable” así obtenida podía ser de dos tipos: cerrada con un tapón o cerrada por fusión del cristal en la lámpara. Es a este segundo tipo al que corresponden las dos patentes registradas en 1909 y 1912 por el español Gregorio Poblador Alarcón, farmacéutico de Ciudad Real. El autor los estudia en detalle.
    Pierre Julien

             Su casa familiar en Ciudad Real se encontraba en la calle Infantes, en la que aún se conserva la histórica portada de la casa procedente de la familia de su abuela paterna doña Joaquina Guzmán de Martibáñez.

    De su descendencia destacar que es abuelo del barítono Gregorio Poblador Fuente y del escultor José Ramón Poblador Arias.
    Tío abuelo de la soprano Milagros Poblador.

    Santiago Bellón. Julio-2020